Nuestra Historia

"HIJAS DE LA CARIDAD DE MARIA INMACULADA"

CONGREGACION DE 

"HIJAS DE LA CARIDAD DE MARIA INMACULADA"

 FUNDADA POR LA RVDA. M. 

INES MARIA GASCA SOLORZANO.

FUNDACION DEL 

"HOSPITALITO NUESTRA SRA. DE GUADALUPE" 

CENTRO DE APOSTOLADO 

DE LA M. INES MARIA Y CUNA DE LA CONGREGACION.

1. El domingo 1º de mayo de 1881, el Sr. Dr. Don Pelagio Antonio Labastida y Dávalos bendijo solemnemente las instalaciones del Hospitalito de Nuestra Señora de Guadalupe, fundado por el Dr. Don Ángel Gutiérrez, quien al encontrarse un día con un pobre enfermo, abandonado, sin familia, ni recursos y tirado en la calle palpó la falta de un Hospital en esta ciudad, mismo que sería años más tarde el centro de apostolado de la M. Inés María Gasca Solórzano y cuna de la Congregación que ella fundara.

2. Inés María fue la novena y última de las hijas de la Familia Gasca Solórzano, nació el 20 de abril de 1863, y fue bautizada al día siguiente con el nombre de María Anselma Gasca Solórzano, en la que ahora es "La Antigua Parroquia" en Salamanca Guanajuato.

3. Su padre el Sr. Alejandro Gasca, falleció cuando Inés María tenía 10 años. A los 16 años de edad su madre la Sra. Bernarda Solórzano partió a la casa del Padre.

4. En 1880, habiendo muerto su madre, Inés María viajó con sus hermanas Luz María y Brígida a Tlalnepantla, donde el P. Agustín de Jesús Torres, visitador de la Congregación de la Misión, había nombrado, a Socorro (la hermana mayor de Inés María); como directora de un colegio de niñas sin recursos. El 15 de febrero de 1880 murió Brígida en Tlalnepantla.

1. El 8 de diciembre de ese mismo año, bajo la dirección del P. Félix Morales, C.M., Inés María se incorporó a la Asociación de las Hijas de María que pertenecían al templo de S. Lorenzo, ubicado hoy en Belisario Domínguez y Allende, D.F. En su recepción eligió a la Santísima Virgen como su Madre amantísima y le pidió le alcanzara tres gracias:

1ª GRACIA. Aprender música para cantar sus alabanzas aquí y después en el cielo. En poco tiempo aprendió a tocar el piano y armónica con tal destreza y maestría, que fue nombrada maestra de capilla de la Parroquia de la Candelaria en Tacubaya, siendo párroco el Sr. Leopoldo Ruiz y Flores, quien posteriormente fuera Arzobispo y Delegado Apostólico; Inés María dejó de tocar tan sólo 8 días antes de su muerte. Además aprendió inglés, Francés y Latín.

2ª. GRACIA. Un santo director espiritual, concediéndosele que en 1898 quedara bajo la dirección espiritual del R.P. Félix Aldasoro, S.J.

3ª GRACIA. Un lugar donde poder trabajar por Dios y para Dios en persona de los pobres y abandonados a quienes veía con amor maternal, gracia que le fue concedida al ser nombrada su hermana Socorro, directora del "Hospitalito de Nuestra Señora de Guadalupe", en Tacubaya, D.F.

2. El Sr. Dr. D. Agustín de la J. Torres y Hernández Visitador de la C.M. (Obispo electo de Tabasco), recomendó a la Srita Socorro Gasca Solórzano, alma generosa y dispuesta a sacrificarlo todo en bien de sus semejantes; quien había ingresado con las Hermanas de la Caridad pero por la expatriación de las mismas tuvo que quedarse en la Patria; para que se hiciera cargo como Directora y Fundadora del Hospitalito; apoyada por sus hermanas Luz María e Inés María Gasca quien a la fecha tenía 18 años.

3. En 1881 Socorro, Luz María e Inés María, se trasladaron a Tacubaya, para atender un pequeño hospital fundado por varias personas con el nombre de "Hospitalito Nuestra Señora de Guadalupe", con el fin de hacer obras de caridad.

4. El 25 de mayo de 1881 a la edad de 18 años, Inés María hizo su voto de castidad y su Consagración total a Dios en la Capilla del Sagrario de la Parroquia de la Candelaria, en Tacubaya, D.F., bajo la dirección del P. Jesús Arranachea.

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"ACTO DE CONSAGRACION":

"¡Jesús amado Salvador de mi alma! Yo Inés María, Tu indigna hija, postrada a tus sagradas plantas, atraída por la dulzura y bondad de tu corazón, te consagro lo que en mi he encontrado de más valor, esto es mi virginidad.

...Si mi Jesús, ella es tuya, te prometo dedicarme con el mayor empeño al cultivo de esta virtud, para que las flores que esta rica planta produzca, adornen tus sagradas sienes, pero tu sabes Señor que sin ti, yo nada puedo, ayúdame con tu gracia para serte siempre fiel.. por la gloria de su santo nombre, por tu Inmaculada Madre haz que te ame en el tiempo para amarte en la eternidad...

25 de mayo de 1881

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5. El 3 de mayo de 1884, bajo la dirección de su Director espiritual el P. Juan María Fernández, C.M., ingresó en la Congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y se embarcó hacia Guatemala pero debido a su falta de salud a los 2 meses, tuvo que regresar a México al lado de sus hermanas, para continuar apoyando en el Hospitalito a su hermana Socorro.

INSPIRACIÓN DE LA FUNDACION.

6. Del 17 al 25 de mayo de 1901, encontrándose en una casa contigua al Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles, D.F., en unos ejercicios espirituales, (bajo el patrocinio de la santísima Virgen, como preparación a la venida del Espíritu Santo) dirigidos por su director espiritual el P. Felix Aldasoro, S.J, el 19 de mayo de 1901, sintió el impulso irresistible de fundar una Asociación y escribió: "admiro y envidio (deseo vivamente) la perfección del estado religioso; más como no está al alcance de todas, quisiera hacer un simple ensayo para las que no siendo llamadas a una santa vocación y teniendo, por otra parte, inclinación y espíritu un tanto religioso, nos reuniéramos y las obras de misericordia espirituales que cada una hace de por sí y aisladamente, las hiciéramos en común... mi ideal es una sociedad de vírgenes cristianas, abandonadas totalmente a la Divina Providencia".

Inspiración que en 1906 recuerda con nostalgia cuando escribe "sentí que el Espíritu Santo bajó sensiblemente a mi alma y me sentí transformada" . "El P. Aldasoro me dice que es muy difícil, me da muchas razones, pero una voz secreta, imperiosa, irresistible me obliga a pensar y hablar de ello a pesar de mis propósitos de callar; viendo las dificultades... no veo que me alienten y sin embargo, estoy segura de que se realizará... cómo?... es el secreto de Dios... cuándo?... cuando El quiera..."

7. En 1906 fue nombrada Presidenta de la Asociación de Hijas de María" en la Parroquia de la Candelaria en Tacubaya, quien por su fuerza espiritual y su espíritu misionero la hizo florecer", En ese entonces el párroco era el Sr. Canónigo Don Leopoldo Ruiz y Flores, quien en 1907 fuera Arzobispo de Morelia y posteriormente Delegado Apostólico.

8. Inés María amaba tiernamente a su hermana Socorro, era su madrecita y no quiso mencionar una sola palabra de ese fuego de caridad que incendiaba su corazón a favor de los pobres y desprotegidos, ya que había hecho suyo el ideal de San Vicente de Paúl. Como fiel hija de María, había bebido de las fuentes de la Caridad del Corazón de Jesús y la Espiritualidad Vicentina. Ese deseo crecía día a día en su corazón, pero lo guardaba en el silencio y el anonimato, sirviendo con gusto y amor a los pobres del Hospitalito. A pesar de su silencio, Inés María nunca permaneció pasiva y resignada; realizaba una serie de actividades y compromisos: pertenecía a la asociación de Hijas de María en la que tenía frecuentes reuniones, tocaba el órgano en la Parroquia de la Candelaria, ayudaba en el Hospitalito atendiendo a los enfermos, dedicaba tiempo a la oración y meditación, leía, escribía, cocía, se relacionaba con los bienhechores, etc.

9. El 8 de diciembre de 1912 Inés María fue invitada por la Señorita Ángela Zamora para que tocara en la capilla del asilo de Nuestra Sra. de Lourdes de Tacubaya, donde vio por primera vez al Sr. Pbro. Don José Castillo y Piña, Inés María escribe en su diario: "A las 4 de la tarde en el jardín de la casa de la Srita. Angela Zamora, vi por primera vez al Sr. Pbro. Dn. José Castillo y Piña, inmediatamente antes de los ejercicios en que predicó; yo acompañé los cantos en la Capilla del Asilo de Nuestra Señora de Lourdes. Tomó otro rumbo, tal vez por no hablar. Aunque me mortifiqué, me agradó su retirada".

10. En 1913, estando ya muy delicada su hermana Socorro, Inés María fue visitada por el P. Félix Aldasoro, quien enterado del estado de salud de su hermana, quiso fortalecerla; escribe en su diario: "El muy reverendo Padre Felix Aldasoro, Sacerdote Jesuita, mi director desde febrero de 1898, me visitó para consolarme de la pérdida que me amenazaba, quiso inspirarme confianza en que sanaría mi buena madre; y una voz imperiosa me dijo y al momento se lo repetí al padre: es preciso que muera para que libremente te consagres a la obra ..." sin sorprenderse, el Padre me creyó y hablamos sobre esto sin duda alguna... sentí un dolor indecible y el peso de la responsabilidad que me aplastaba. Estaba tan dominada de esta idea que cometí la imprudencia de confiársela a mi hermana y madre... sólo Dios sabe lo que he sentido, siento y sentiré con esta irreparable pérdida... más vale callar..." ¿qué haré sin ti, madre de mi vida...? Sola...¡ huérfana¡ ...Su muerte decidió de mi suerte, pues si viviera jamás hubiera tenido el valor de dejarla ni de trabajar con la Obra... necesitaba de mí y yo nunca la hubiera abandonado... por nada de este mundo.. la quería tanto... éramos una alma en dos cuerpos... todo se lo debo a ella, después de Dios".

11. El 14 de junio de 1913 estando enferma su hermana Socorro llamó a Inés María y le dijo: "Te dejo al frente del Hospitalito, no para que lo dejes que decaiga, sino para que cuides de él; no como dueña, sino como encargada, ya que todo lo que halles de los enfermos pobres; no prestes ni regales nada, no pidas fiado; cuida mucho lo que se compró con tantos esfuerzos y sacrificios, como el piano, el armonio, la máquina Singer... Ten paciencia, Dios no te olvidará y la Santísima Virgen estará contigo; todo el bien que puedas hacer, hazlo; todas las noches recoge las llaves de la casa y ponlas a los pies de la Virgen de los Dolores, ella es tu Madre; yo no te olvidaré".

12. El día 16 de junio de 1913, fallece su hermana Socorro Gasca y su alma sensible experimentó un profundo dolor, puesto que era capaz de sacrificar su proyecto con tal de tener a su lado a su madre y extraordinaria mujer que le enseñara desde niña las virtudes y el amor a Jesucristo.: "Eran las 10:30 de la noche cuando mamá acabó... acabó para mi...¿qué haré? ¿cómo viviré sin mamá? ¡Dios mío¡ me arrojo en tus brazos; esta casa es tuya, te la entrego en este momento crítico... envuelto en la profundidad del dolor y de la muerte. Me abandono confiadamente en tu providencia y de manera particular en esta situación amarga...¡qué será de mí? Recibe mi dolor... que mientras yo sufro ella goce, descanse y posea la felicidad eterna y que pronto una misma aureola corone a la madre y a su hija". ¡Oh Dios mío¡ que angustia, qué vacío, que soledad, me muero. No se puede medir mi tristeza, es tan grande, tan profunda que aún oigo la voz de ella, sus ayes de dolor, su fatiga, su respiración y sin tener ni siquiera un poco de descanso..."

¡Cuán grande debió haber sido el desconsuelo de la Santísima Virgen al ver a su Divino Hijo en un mar de sufrimientos y no poder darle al menos una gota de agua¡ Madre Santísima, uno mi pena a la tuya, recíbela, te ofrezco todo por mi madre Socorro, pues no puedo acostumbrarme a vivir sin ella. A quién le contaré, antes de acostarme, lo que me pasa ahora, como se lo platicaba cuando todavía no moría? ¿quién me responderá al decir mamá? ¡qué vacío¡

Después de su muerte, yo no podía ponerme en contacto con Jesús Sacramentado; lloraba yo con tanto sentimiento como nunca antes lo había hecho... especialmente estando en la Santa Misa, me salían las lágrimas; tenía la impresión de que mi alma percibía algo amargo mezclado con dulce. A pesar de mi estado anímico, acepté plenamente la voluntad de Dios y le di las gracias por su eficaz ayuda en la lucha que sostenía yo conmigo misma".

13. Al morir la Srita. Socorro el 16 de junio de 1913, quedó al frente del Hospitalito la Srita. Inés María, quien tuvo que enfrentarse directamente con no pocas dificultades para el sostenimiento de este Hospitalito, pero su amor a los pobres hizo que encontrara medios para seguir siempre adelante con alegría. Inés María, que hasta ese momento se había limitado casi exclusivamente a atender a los pacientes en calidad de súbdita; ahora asume la responsabilidad del Hospitalito y sin descuidar en lo mínimo el funcionamiento de éste, comienza a establecer las bases de la Congregación. Su primera actividad, al respecto, la inicia con las señoritas Hijas de María, como ya se indicó antes. Escribe el 19 de julio de 1913: "San Vicente de Paúl, Le pedí me reconociera por hija y me infundiera el espíritu de caridad de que estaba animada mi madre amadísima. Le encomendé mi Obra, puesto que es el Patrono de todas las instituciones de caridad. A imitación de mi inolvidable hermana, les di un banquete a los enfermos, ayudada de nuestros insignes bienhechores y les envié unos socorros a los presos. Todo por ella y como principio de mi grande y colosal empresa".

14. Y continuó con su proyecto, en la búsqueda de un Sacerdote diocesano que le ayudara en la misma, señalando que el Carisma que Dios le había inspirado sería mejor asumido por éste. El P. Aldasoro, S.J. su director espiritual le propuso confiar su Obra a los padres Paules, pero ella se reusó exponiéndole sus razones: "el Padre Aldasoro me repitió hoy que al padre Soler le encantó la Obra y le dijo que me animara mucho, que así había una, parecida en Bélgica. Como este Padre y el Sr. Ruiz tenían empeño en que yo confiara la dirección de la Obra a los padres paulinos, con mucha pena, pero con toda franqueza, rehusé, dándole mis razones". "El padre Aldasoro se convenció y sin sentirse por mi determinación, me confirmó en ella y me recomendó, encomendara al alma de mi madre me proporcionara un sacerdote fundador y director y que los dos pediríamos para mí, un sacerdote según el corazón de Dios. Lo creía tan difícil, por no decir imposible que, añadió: "si Dios Nuestro Señor se lo concede será la prueba más segura y cierta de que esta obra es Suya (de Dios)... y ya no habrá la menor duda..."

15. "¡Qué palabras! ¡Me parece oírlas todavía..! Como era santo, dulce y humilde de corazón, lejos de sentirse porque lo eliminaba, por decirlo así, pidió para mí lo que yo tanto necesitaba... un padre... y me lo alcanzó de Dios Nuestro Señor por intercesión de nuestra tierna y cariñosa Madre de Guadalupe".

16. Fue hasta el 15 de agosto de 1913 cuando fue invitada la Srita. Inés María a tocar en la capilla donde nuevamente se encontró con el P. José Castillo y Piña, a quien invitó a la peregrinación del día 16 de agosto, que las Hijas de María hacían a la Basílica, así como a confesar a los enfermos del Hospitalito. El Padre acudió a la invitación de la Srita. Inés María y las acompañó a la Basílica. El diálogo que Inés María tuvo con el P. José Castillo y Piña, su disponibilidad, amabilidad, trato fino y cordial le hicieron entender con claridad y fuerza que este era el sacerdote elegido por Dios para Fundador, superior y director de la Obra que Dios le había inspirado, así es que, ese día Inés María le presentó su proyecto y le invitó a formar parte de él, al que el padre aceptó gustoso.

17. El P. José Castillo empezó a visitar con frecuencia el Hospitalito, confesar a los enfermos, dar formación y ayuda espiritual a las señoritas Hijas de María que frecuentaban a Inés María, las cuales se estaban preparando para formar la Sociedad que ella tenía en mente constituir. El P. José Castillo y Piña escribe en su libro "mis recuerdos": "Recuerdo que con verdadero empeño les daba yo clases a las socias de religión, pedagogía y sobre todo del sistema que deseaba implantar en mi futuro Colegio".

18. El 8 de diciembre de 1915 ingresaron las primeras señoritas que formaron parte del "Centro de Caridad de María Inmaculada: Refugio Moreno y Soledad Iturbe. Esta es por lo tanto la fecha histórica de su fundación. El 12 de diciembre del mismo año a las 15:30 hs. Se efectuó una ceremonia religiosa en la que se rezó el rosario, el P. Piña predicó y al final dio la bendición con el Santísimo, posteriormente se llevó a cabo la apertura del meritoriado.

La Srita. Elena Castillo, describe aquellos días maravillosos que dieron inicio a la fundación del "Centro de Caridad" y su inolvidable experiencia al lado de Inesita.

Reminiscencias:

El día 8 estuvimos muy atareadas en nuestro Hospitalito: nuestro amado Padre en persona ayudó a arreglar el dormitorio que iban a ocupar dos señoritas: Soledad Iturbe y Refugio Moreno, por la tarde llegaron sus papás de refugio y un hermano de Soledad y algunas otras personas de su familia, quienes iban a hacer solemne entrega de aquellos pedazos de su corazón. Salió nuestro Padre a recibirlos a todos, estuvimos ahí un poco de tiempo reunidos y después de haber animado el Padre a estas nuevas meritorias a perseverar en el bien y en la Obra, el Dr. D.J. Moreno tomó la palabra bastante conmovido diciendo en frases sencillas sus deseos sinceros y expresando su agradecimiento al P. Castillo y a Inesita.

La despedida fue muy conmovedora. Don José Moreno bendijo a su hija delante de Jesús Sacramentado. Por fin se fueron los demás quedándonos sólo nosotras en compañía del Padre Castillo quien iba a quedarse a cenar, así es que inmediatamente nos llamó Inesita. Poco a poco renació la calma en los semblantes, quedando más seremos. Ya no pude acabar de cenar por ser ya muy tarde, así es que cerca de las 9:00 pedí permiso para salirme y me fui a casa con el corazón muy oprimido por tantas y tan distintas emociones, pero siempre resuelta a perseverar hasta el fin. Al día siguiente comenzaron los ejercicios que nos dio nuestro amado padre ¡Ah jamás olvidaré aquellas meditaciones. Hechos en estos 3 días que pasamos tan cerca del corazón de Jesús Sacramentado; esos sermones y esas exhortaciones que nos hizo nuestro amado Padre. Estábamos encendidas en el amor de Dios y nada se nos hacía pesado, preparándonos lo ejor que pudimos para el gran día.

¡Hermosísimo, engalanado por lo encantos de una espléndida mañana del mes de diciembre, amaneció por fin el tan deseado días 12! Fue para nosotras la misa solemnísima. Terminada la misa nos llamó nuestra buena superiora para desayunarnos y aunque un poco apenadas pero todas nos encontrábamos muy felices allí. Por la tarde, después del ejercicio y sermón muy preciso, siguió un acto muy solemne el que acostumbran a hacer las hijas de María al despedirse de la asociación para tomar estado) todas juntas con Inesita rezamos aquella hermosísima oración de despedida delante del Sagrario. Enseguida rezamos con el Padre la oración de nuestro ritual para dar principio al meritoriado. Salimos de la capillita con la emoción retratada en nuestros semblantes; nos quedamos al salir suspensas por unos momentos y sin acertar manifestar nada exteriormente, pero nuestros corazones rebozaban de felicidad. Por fin, con toda la efusión de la verdadera caridad nos dirigimos a dar un abrazo a nuestra querida y buena madre, que también nos abrazó tiernamente. Cuando le llegó su turno a soledad, abrazó a Inesita muy emocionada y permanecieron así muy unidas en estrecho abrazo algunos instantes, prometiéndose de palabra y de corazón no separarse jamás. ¡Hasta la muerte, hasta el cielo! Nuestro buen padre fue testigo de aquellas demostraciones de verdadero amor filial para con nuestra amante y tierna madre.

En la mañana de este hermoso día estuvo acompañándonos, desde a la hora de la misa, la Señorita Ángela de Zamora y Duque, también se desayunó con nosotros quedando muy satisfechas de su amable, fino y delicado trato, que nos encantó. Elena.

19. El trabajo de Inés María y el P. José Castillo marchaba de común acuerdo y se consolidaba ya que su relación era positiva, de tal manera que el Padre le pidió a Inés María su apoyo para abrir un colegio, ella en medio de su pobreza y con dificultades ayudó para hacerlo realidad.

20. El Hospitalito se inició en la cría del gusano de seda y cultivo de enjambres de abejas para hacer realidad la marcha de "El Colegio de Nazaret", que inició sus labores el 19 de marzo de 1919. Aportando también el personal que formaba parte de la naciente fundación: Srita. María Iturbe como superiora del plantel. Srita. Concepción Caballero como directora, colaboradoras: Refugio Moreno, María Amezcua, Gregoria Orozco, Ana María Cervantes, María López y Dolores Flores. Una vez dispuesto el personal e iniciada la enseñanza en el Colegio Nazaret todo caminó normalmente hasta 1922.

21. El P. Castillo y Piña que hasta entonces había colaborado con Inés María y la había ayudado a dar los primeros pasos en la Fundación, cooperando con ella en el asentamiento de las bases sobre las que se levantaría la Congregación, ahora tomaba una actitud disidente y abandonaba inexplicablemente a la fundadora.

22. No sólo renunció a su compromiso de colaborar con ella, sino que determinó que todas las señoritas que prestaban sus servicios en el Colegio Nazaret se independizaran de la M. Inés, poniéndolas en contra de ella.

23. En P. Castillo y Piña describe en su libro "mis recuerdos": "En ese año de 1913 comencé a ir a Tacubaya a una casa de caridad llamada el Hospitalito de las Animas, donde se atendía a enfermos de la clase más humilde. Allí confortaba a los pacientes y les administraba los sacramentos y andando el tiempo, tuve la idea de fundar una sociedad formada por señoritas que, sin hacer votos religiosos, se consagrara a practicar la caridad con los enfermos y sobre todo fundando un Colegio para educar a las niñas de un modo especial para sacar mujeres de hogar que fueran modelos de esposas. Esta sociedad se llamó, ya fundada, de la "Confraternidad Femenina" ("Mis recuerdos" P. Piña. 1941. pág. 308).

24. Inés María, por su parte, luchaba porque la Sociedad que ella había empezado a formar con carácter fundamentalmente religiosa, no tomara otra modalidad, ella la llamaba "Centro de Caridad de Hijas de María Inmaculada", que posteriormente sería "Congregación de Hijas de la Caridad de María Inmaculada"

25. Inés María que en su diario expresaba su sufrimiento, lo expuso al Sr. Arzobispo de Morelia don Leopoldo Ruiz y Flores quien tenía conocimiento de la sociedad, ya que desde hacía muchos años acudía a él para solicitar consejo y orientación. El le aconsejó que solicitara al Sr. Maximino Ruiz un documento de aprobación de la sociedad, posteriormente una aprobación temporal que llaman a prueba del reglamento y las constituciones de la misma, para después de un año de experimentarlas pudiera pedir una aprobación más formal, para que la sociedad tuviera su personalidad y acción, al mismo tiempo le expusiera su situación refiriéndole todo lo ocurrido.

26. El Sr. Arzobispo Don Maximino Ruiz accedió a la invitación que Inés María le hizo para que visitara el Colegio y conociera la situación que se estaba viviendo. El Sr. Arzobispo accedió y le dio algunas indicaciones para que se suspendieran las labores de ese día y estuvieran presentes todas las señoritas. Al mismo tiempo el Sr. Ruiz le hizo mención de que ya tenía conocimiento de la "Confraternidad femenina" en la que el P. Castillo y Piña era el fundador. Al leer estas letras, la M. Inés María se persuadió de que el P. Castillo ya le había presentado la situación al Sr. Obispo Maximino Ruiz y se había adueñado de su Asociación.

27. Inés María le comunicó al Sr. Leopoldo Ruiz y Flores el problema que se estaba generando y el cambio de actitud del P. Castillo y Piña a lo que el Sr. Arzobispo le contestó:

Morelia Abril 14 de 1922.

Hija:

¿Qué mejor día para escribir a una alma atribulada que este viernes Santo? No me llama la atención el cambio de que me habla y lo único que le digo es que con todo lo sucedido claramente el Señor le pide que se separe ud. de toda injerencia en aquella obra y la deje en manos de Dios. El sabrá como la salva y El sabrá a su tiempo hablar por el que calla. Pero sí hay que callar, es decir, con nadie quejarme de las calumnias y de las cosas sucedidas por más horribles que sean. Fuera del confesor, no hay que hablar de eso con nadie. Y respecto de la obra entregue Ud. todo a quien corresponda y como si hubiera Ud. muerto para ella. El Señor la ayudará a hacer este sacrificio y a Santificar esta pena. Si voy a México será por un día solamente y me será imposible ir a verlas.

La bendice su afmo. En el Señor.

Leopoldo Ruiz.

28. En otra correspondencia fechada el 13 de mayo de 1922 le insiste que se separe de la Sociedad y la deje en manos de Dios: ".. insisto en mi consejo de que Ud. se separe: por lo demás, en cuanto a la forma, lo dejo a la prudencia de Ud....

29. El Centro de Caridad de Hijas de María Inmaculada fundada por la M. Inés María Gasca el 8 de diciembre de 1915 y cuyo nombre el P. José Castillo dio a conocer a las autoridades eclesiásticas autonombrándose el fundador y denominándola Confraternidad Femenina, parecía desvanecerse de los sueños e ideales de la M. Inés, se le desconocía como fundadora y como si todo estuviera en su contra ahora se le ordenaba separarse de ella y dejarla en manos del P. Castillo y Piña

30. Del mismo modo el Excmo. Sr. Arzobispo Mora y del Río, le envió una carta oficio a la M. Inés María girado por el Secretario del Arzobispado ordenándole se independizase totalmente de la comunidad:

Secretaría del Arzobispado de México.

Con el objeto de que la sociedad de la confraternidad Femenina pueda marchar con más eficacia para conseguir el logro de su noble fin, ha parecido bien al Ilmo. Sr. Arzobispo disponer, como por las presentes dispone, que el Sr. Pbro. Don José Castillo y Piña sea el único director y encargado de dicha Obra, cesando por consiguiente Usted en sus funciones de Superiora General de dicha Confraternidad.

S.S. Ilma. Espera que Dios recompense los buenos servicios que haya prestado hasta aquí a la expresada Confraternidad para seguir trabajando bien en el Hospital que puede Ud. seguir atendiendo. Dios guarde a Ud. muchos años.

México, Junio 3 de 1922.

Pedro Benavides. Srio.

31. La M. Inés se sometía a las disposiciones de los legítimos superiores, más aún tomaba en cuenta sus sugerencias, pues las tenía por sabias y prudentes; sin embargo, como humana que era, no dejaba de sentir tristeza y depresión anímica al saber que el Sr. Arzobispo Mora y del Rio le ordenaba y el Sr. Ruiz y Flores le sugería la separación, respecto de la comunidad que ella había constituido. Separarse le resultaba tanto más difícil cuanto que era la Fundadora. El Sr. Arzobispo Ruiz y Flores, enterado de la crítica situación que Inés María vivía, la alentaba a seguir confiando en Dios contra toda esperanza y acatar con humildad las órdenes de las autoridades eclesiásticas.

Morelia, Agosto 12/22.

Hija: Tiene Usted razón de sobra para mirar con horror este mundo tan falso y tan traidor: pero en medio de todo tiene Usted a su Dios que nada ni nadie le arrebatará de su corazón. Eso tiene que ser su consuelo, y este será mayor si a ejemplo de Jesucristo pide Usted por quienes la han crucificado colgada en esa cruz de desprecio y de todo que Usted siente.

Procure no hablar de eso ni palabra con nadie sino es con su Dios en la oración y en la Misa y Comunión.

No se entretenga voluntariamente en pensar si tuvieran o no, razón los Superiores eclesiásticos; deje Usted todo en manos de Dios. Él habla por el inocente.

Quítese de la cabeza esas ideas de que si le habrán alcanzado maldiciones, o si no estará en gracia de Dios. Eso no sirve sino para inquietar sin fundamento.

Dios N. S. le devuelva la paz del alma y le enseñe a sufrir con paciencia sus penas.

La bendice su afmo. padre en el Señor.

Leopoldo Ruiz.

32. En una de las visitas de Inés María al Colegio fue recibida por una empleada, quien le comunicó lo siguiente: "Señorita, dijo el padre que Ud. ya no entrara al Colegio"... la disposición del padre dio por resultado la división del personal, así las señoritas: Refugio Moreno, María Amezcua, Gregoria Orozco, Ana María Cervantes, María López y Dolores Flores se quedaron con el Padre; otras se retiraron y la Srita. Concepción Caballero y María Iturbe optaron por quedarse con Inés María, aunque por indicaciones de ella y para evitar malas interpretaciones por parte del Padre Castillo y Piña, se retiraron a su casa y desde ahí poder estar en comunicación con Inés María.

33. y la Srita Francisca Macías ¨la animaban a que siguiera adelante con su plan". Durante su estancia con la familia, la Srita. Concepción Caballero abrió un colegio parroquial en Ozumba, ayudada por sus compañeras María Iturbe, Marta Betancourt y Trinidad Maciel, quienes posteriormente fueron calumniadas y acusadas de cismáticas por un sacerdote. Pasó un tiempo considerable para que regresaran al lado de Inés María. Esta situación mereció la investigación por parte de las autoridades eclesiásticas y la prohibición de continuar con la obra hasta que se aclarara todo.

34. Además del esfuerzo personal que realizaba Inés María, para superar las adversidades y con la ayuda divina que recibió, contaba con el apoyo de varias personas, sobre todo miembros eclesiásticos. Los sacerdotes que con cierta regularidad iban al Hospitalito, como el Sr. Cura Dn. Alfonso de la Parroquia de la Candelaria, el P. Macario, el P. Juan Carranza Chávez

35. Las noticias de lo que sucedía en torno a la fundadora y de las personas que la seguían, llegaron a oídos del Sr. Arzobispo Mora y del Río quien nombró un representante suyo para que investigara las causas que indujeron al P. Castillo a desligar de la M. Inés las señoritas que trabajaban en el Colegio Nazaret y despedir a la religiosa del mismo, así como los motivos para que en Ozumba llamaran cismáticas a la Srita. Concepción Caballero y a sus compañeras.

36. Inés María recibió al representante del Arzobispo con una actitud de verdadera caridad cristiana y recomendó a las personas que fuesen interrogadas sobre el problema, que no comprometieran a quienes lo habían generado.

37. Inés María tuvo que sufrir en silencio pero con mucho dolor, esta prueba que Dios permitía en su vida y en su naciente Sociedad, para que se consolidaran las bases de la naciente Congregación. Esperó llena de confianza y fe abandonada a la Providencia Divina, como ella siempre lo había deseado, estaba segura de que Dios siempre manifestaba Su voluntad. Continuó sirviendo en el Hospitalito, apoyada en la atención a los enfermos, por sacerdotes conocidos, en compañía de un grupo de Señoritas que deseaban formar parte de la Asociación, que por el momento estaba detenida por mandato de las autoridades eclesiásticas.

38. El 15 de junio de 1925 a petición de la Sra. Trinidad Mier y Pesado se dio apertura a una casa llamada "Obrador de la Misericordia", que más tarde sería Obrador de Santa Catalina, cuya finalidad era dar formación y capacitación a señoritas de bajos recursos las cuales eran atendidas por las señoritas Iturbe, Macías, García, Rodríguez e Inés Caballero. Al morir la Sra. Tinidad Mier y pesado, además de lo tenso del ambiente por la persecución religiosa que se había desatado, los familiares de la Sra. Mier y Pesado se opusieron al funcionamiento de la Obra, tomando medidas por su cuenta como mandar cortar la luz e Inés María se vio obligada a clausurar la obra en el mes de febrero de 1926.

39. Al cerrarse la Obra mencionada, la M. Inés María continuó con su labor de caridad y comenzó a recibir niños en calidad de internos. Llegaron 6 niños del seminario de Veracruz los cuales fueron ubicados en una casa particular de la señorita Lerdo, debida a la persecución religiosa, haciéndose cargo de ellos la Señorita Francisca Sánchez con el apoyo del Sr. Cura Carranza.

40. A medida que pasaba el tiempo se incrementaba el número de señoritas que deseaban formar parte del Centro de Caridad, sin embargo la salud de la M. Inés María se deterioraba y aumentaban las vicisitudes y los problemas, algunos chicos del internado se subordinaban, la Señorita Caballero y sus compañeras sufrían calumnias en la escuelita parroquial de Ozumba, además de su estado espiritual por el que pasaba, sintiendo que no progresaba lo suficiente en la virtud al grado de exclamar: "la casa amenaza ruina, los enemigos no callan, los deudores no pagan, la enfermedad me consume y me imposibilita". A pesar de este sufrimiento su fe inquebrantable en la Providencia la sostenía y siempre estaba atenta a incrementar su vida espiritual por todos los medios posibles a su alcance.

41. Fue hasta el 27 de noviembre de 1926 cuando Inés María recibió un documento en el que se le reconocía Fundadora del Centro de Caridad de Hijas de María Inmaculada como lo expresa el mismo:

Lib. 33/193

El Ilmo. Sr. Arzobispo en acuerdo de hoy me ordena decir a Ud., como tengo la satisfacción de hacerlo, que con sumo agrado se ha impuesto el loable objeto que se propone la fundación del "CENTRO DE CARIDAD DE HIJAS DE MARIA INMACULADA", en el Hospital de Ntra. Sra. de Guadalupe de esta ciudad; y espera, que las jóvenes se empeñarán en formarse según el espíritu de la obra, para que enseñadas a servir a Dios en la persona de los pobres, únicamente por su amor atesoren grandes méritos para la vida eterna.

Reitero a Ud. mi aprecio y consideración.

Dios Ntro. Señor la guarde por muchos años.

En México a 27 de noviembre de 1926

Pedro Benavides.

Srita. María Inés Gasca.

A partir de este documento se considera que Inés María, histórica y jurídicamente quedó registrada como la única y verdadera fundadora de las Hijas de la Caridad de María Inmaculada.

42. La naciente Asociación caminó abandonada a la Providencia Divina, en medio de la pobreza, el servicio a los enfermos pobres, la caridad, la sencillez, guiada por la Srita. Inés María, quien se dejaba ayudar por los Padres Jesuitas y los Padres Paúles. No es en un medio extraordinario donde su carisma crece o se desarrolla, sino en medio de la más absoluta sencillez, no es en medio de visiones o éxtasis, sino en el cumplimiento de sus deberes cotidianos, es en donde encuentra y experimenta a Dios.

43. Inés María escribe en su diario: "El día 5 de agosto de 1929 solicité de Vtra. Ilma la aprobación canónica del centro de Caridad de Hijas de María Inmaculada, el 18 del mismo mes me pidió el Sr Canónico D. Francisco Domínguez, el reglamento y un informe, que llevé a su Excelencia, el Sr. Delegado Apostólico para que los revise... Y como hasta hoy no he recibido contestación, perdóneme que de nuevo moleste a su Ilma. Insistiendo en la misma súplica.

44. El 27 de agosto de 1930, recibió un decreto expedido por el Excmo. Sr. Arzobispo don Pascual Díaz y Barreto, mediante el cual se concedía a dicha comunidad la aprobación "AD EXPERIMENTUM".

La Fundadora había solicitado en varias ocasiones la aprobación. La última vez se dirigió al Sr. Arzobispo con ese fin con fecha 31 de julio de 1930, del cual recibió la siguiente respuesta:

NOS EL DR. D. PASCUAL DIAZ Y BARRETO, POR LA GRACIA DE DIOS Y

DE LA SANTA SEDE, ARZOBISPO DE MEXICO.

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Por cuanto a que la Srta. Inés María Gasca y Socias han solicitado nuestra aprobación del CENTRO DE CARIDAD DE HIJAS DE MARIA, que han formado.

De conformidad con el Canon 429, párrafo primero, venimos en aprobar de una manera provisional y "ad experimentum", la Asociación piadosa del CENTRO DE CARIDAD DE HIJAS DE MARIA INMACULADA, siempre que no se aparten del objeto de la Asociación, que es impartir la caridad a los pobres enfermos en los Hospitales mediante los auxilios espirituales y corporales.

Recomendamos eficazmente a todos los miembros guarden fielmente los reglamentos de la Asociación para gloria de Dios y aprovechamiento de sus almas.

Dado en nuestra residencia arzobispal, el día veintisiete del mes de agosto del mil novecientos treinta.

+ Pascual Díaz

Arzobispo de México.

Srta. Directora del Centro de la Caridad de Hijas de María Inmaculada.

Tacubaya.

45. El 19 de septiembre de 1931. tuvo lugar la primera Profesión Religiosa, presidida por el Excmo. Sr. Delegado Apostólico, D. Leopoldo Ruiz y Flores. En la ceremonia estuvieron presentes el Sr. Canónigo D. Luis G. Laris, Mons. D. José M. Soto Gasca.

En esta ocasión profesaron:


1. Inés María Gasca Solórzano (Fundadora) 2. María Iturbe 3. Concepción Caballero. 4. Francisca Sánchez 5. Asunción Macías 6. María Limón 7. Margarita Martínez 8. Trinidad Maciel 9. Marta Betancourt

46. El 22 de junio de 1963 la Congregación recibió la aprobación Diocesana.

47. LA R.M. INES MARIA GASCA SOLÓRZANO Falleció el 17 de julio de 1938 a la edad de 75 años, en el Hospitalito de Nuestra Señora de Guadalupe, Tacubaya, D.F. 3 meses después el Sr. Arzobispo de México recibió un memorándum donde se le dio a conocer una reseña de la naciente Congregación.

M E M O R A N D U M

Excmo. Rvdmo. Sr. Don

Luis María Martínez

Dignísimo Arzobispo de México.

La Fundadora del "CENTRO DE CARIDAD DE HIJAS DE MARIA INMACULADA" fue la M. R. M. Sor Inés María Gasca.

Se fundó este "Centro" el 8 de Diciembre de 1915.

La Fundadora solicitó la Aprobación Canónica de este "Centro" el 5 de agosto de 1929 y el 27 de agosto de 1930, fue aprobado por el Ilmo. y Rvdmo. Sr. Dr. Don Pascual Díaz y Barreto.

Este "Centro" cuenta con tres casas: La casa Central situada en la Calle de Mártires de la Conquista No. 15, Tacubaya, D. F. En Chihuahua el Sanatorio "Terrazas Cuilty" situado en la Av. Hidalgo. En Salamanca "Casa de Misericordia" situada en la Calle de Tomasa Esteves No. 13.

El personal de la Casa Central se compone de la Superiora General, siete Profesas, cinco Novicias y tres Postulantes. El personal del Sanatorio Terrazas Cuilty se compone de la Superiora local y quince Profesas. El de la Casa de La Misericordia de Salamanca, se compone; de la Superiora Local y tres Profesas.

Las hermanas de la Casa Central se dedican al cuidado de los enfermos, a la atención de niñas pobres asiladas, a la enseñanza del catecismo, a niñas externas como preparación para su Primera Comunión.

Las hermanas del Sanatorio Terrazas Cuilty tienen a su cargo el Establecimiento en la parte administrativa y todo lo que se relaciona a enfermería; proporcionando a los enfermos los auxilios espirituales, contándose entre estos primeras comuniones y casamientos.

Las hermanas de la casa de La Misericordia de Salamanca, hacen visitas de enfermos a domicilio, par curarlos y proporcionarles auxilios espirituales y acuden personas piadosas que les den ayuda para el sostenimiento corporal, enseñanza del catecismo y preparación de primeras comuniones.

La Casa Central y la de Salamanca se sostienen de limosnas de personas piadosas y de trabajos manuales, y la de Chihuahua tiene asignada una pensión mensual con la que hace sus gastos y lo restante lo mandan a la casa Central.

Cuentan con el edificio de la Casa Central y un lote en Salamanca.

El 18 de agosto de 1929 fue enviado al Sr. Canónigo Francisco Domínguez el Reglamento y un informe que fue entregado al Sr. Delegado para que los revisaran, quien los remitió al Excmo. y Rvdmo. Sr. Don Pascual Díaz y Barreto. El Sr. Delegado dirigió bondadosamente a la Fundadora y conoce a fondo la obra.

En el Libro de Actas de este Instituto consta que el día 19 de septiembre de 1931, hicieron su Profesión Religiosa de manos del Excmo. Y Rvdmo. Sr. Don Leopoldo Ruiz y Flores, Delegado Apostólico, las Novicias: Inés María Gasca, Soledad Iturbe, Concepción Caballero, Francisca Sánchez, Marta Betancourt, María Limón, Gregoria Martínez, Maclovia Macías y Trinidad Maciel. Esta Acta está firmada por el Sr. Delegado y al margen un sello que dice: Delegación Apostólica.

Tacubaya, 21 de Octubre de 1938.

APROVACION PONTIFICIA

Mediante decreto fechado el 2 de febrero de 2004 el Instituto de Hijas de la Caridad de María Inmaculada es reconocida como Instituto religioso de derecho pontificio.

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FECHAS RELEVANTES:

El domingo 1º de mayo de 1881 se fundó el Hospitalito de Nuestra Señora de Guadalupe en Tacubaya, D.F. cuna de la Fundación de la Congregación.

El 20 de abril de 1863 nació la M. Inés María Gasca Solórzano.

En el 25 de mayo de 1881 a la edad de 18 años, hizo su voto de castidad y su Consagración total a Dios en la Capilla del Sagrario de la Parroquia de la Candelaria, en Tacubaya, D.F., bajo la dirección del P. Jesús Arranachea.

Del 17 al 25 de mayo de 1901 en unos ejercicios espirituales recibe la inspiración de fundar una Congregación.

El 8 de diciembre de 1915. Con las dos primeras señoritas da inicio el "Centro de Caridad de María Inmaculada.

12 de diciembre de 1915: se dio apertura al meritoriado.

Junio 3 de 1922 es cesada de sus funciones de Superiora General y se le notifica que el P. José Castillo y Piña es director de la Confraternidad Femenina.

El 27 de noviembre de 1926. Se le reconoce fundadora del Centro de Caridad de Hijas de María Inmaculada.

El 27 de agosto de 1930, se recibe la aprobación "AD EXPERIMENTUM".

El 19 de septiembre de 1931. Tuvo lugar la Profesión Religiosa de las primeras nueve hermanas.

El 22 de junio de 1963. La Congregación recibió la aprobación Diocesana.

El 2 de febrero de 2004. La Congregación es reconocida como Instituto religioso de derecho pontificio.

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